LOS PITAGÓRICOS

La Escuela Pitagórica fue fundada por el filósofo y matemático griego Pitágoras de Samos (Asia Menor) y se asentó en Cretona (sur de Italia). En la escuela había astrólogos, músicos matemáticos y filósofos. Admitían en su hermandad tanto a hombres como a mujeres, pero estas últimas solo podían asistir como oyentes; a pesar de ello muchas pitagóricas fueron después reconocidas filósofas y matemáticas.

Los pitagóricos buscaban el principio o arkhé de la naturaleza de las cosas y llegaron a la conclusión de que en los números y en sus relaciones armoniosas encontrarían el origen del conocimiento. El número explicaba el mundo, pero también explicaba el hombre, la justicia, el arte, la medicina, porque todo requiere proporción y medida.

El principio de las cosas es la mónada o unidad; de ella nace la dualidad; de la mónada y la dualidad nacen los números; de éstos, los puntos; de los puntos, las líneas; de las líneas, las figuras planas; de las figuras planas, los cuerpos sólidos; de los cuerpos sólidos, los cuerpos sensibles, cuyos componentes son cuatro elementos: fuego, agua, tierra y aire. Los cuatro elementos se intercambian y transforman totalmente los unos en los otros y se combinan entre sí para producir un universo animado, inteligente, esférico del que la Tierra, también esférica, es su centro.

Esta escuela inventó los números irracionales.

Sus principios pueden resumirse así:

Ø  En su nivel más profundo la realidad es de naturaleza matemática.

Ø  La filosofía purifica el espíritu.

Ø  El alma puede elevarse para unirse con lo divino.

Ø  Ciertos símbolos son de naturaleza mística.

Ø  Todos los miembros de la hermandad deben guardar absoluta lealtad y secretismo.

Los pitagóricos se interesaron tanto por la ciencia como por el alma, practicaron el ascetismo y creían en la metempsicosis o reencarnación (las almas transmigran después de la muerte a otros cuerpos más o menos perfectos dependiendo de los merecimientos alcanzados en la vida anterior). 

Las cuestiones filosóficas, religiosas y políticas más profundas se discutían entre los miembros más selectos, mientras que los estudios científicos sobre matemáticas, música, astronomía, etc. Estaban abiertos a todos los discípulos.

Seguían una dieta vegetariana a la que llamaban entonces dieta pitagórica. Tenían símbolos que les identificaban como miembros de la hermandad:

Ø  El pentagrama o estrella de cinco puntas al que denominaban «salud»:

                                   

Ø  La Tetraktys, figura sagrada para los pitagóricos, el 10 resulta de sumar los cuatro primeros enteros 1+2+3+4. El diez tiene el sentido de la totalidad, de final, de retorno a la unidad finalizando el ciclo de los nueve primeros números. De la Tetraktys deriva todo y todo vuelve a ella, es el número perfecto.

La Santa Tetraktys pitagórica constituye la Década, la totalidad de Universo:

1.La Unidad: Lo Divino, origen de todas las cosas. El ser inmanifestado.

2.La Díada: Desdoblamiento del punto, origen de la pareja masculino-femenino. Dualismo interno de todos los seres.

3.La Tríada: Los tres niveles del mundo: celeste, terrestre, infernal, y todas las trinidades.

4. El Cuaternario: los cuatro elementos, tierra, aire, fuego y agua, y con ellos la multiplicidad del universo material.

Por ella hacían el juramento pitagórico:

                           

Podría decirse mucho más de la Escuela Pitagórica, de la importante influencia que tuvo tanto en Platón como en Aristóteles. Nombraremos a continuación a algunos de los miembros de esta escuela: Epicarno de Megara, Alcmeón de Crotona, Hipaso de Metaponto, Filolao de Crotona y Arquitas de Tarento.

Para finalizar nos quedaremos con algunas frases del fundador de la escuela, Pitágoras de Samos:

ü  Economizad las lágrimas de vuestros hijos para que puedan regar con ellas vuestra tumba. (Nos pide que tratemos con amor a los hijos).

ü  Escucha, serás sabio. El comienzo de la sabiduría es el silencio. (Invita a observar y escuchar con atención).

ü  Ante todo, respetaos a vosotros mismos. (Esencial para una vida mentalmente sana).

ü  Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres. (Gran importancia de la educación de los niños).

ü  Escribe en la arena las faltas de tu amigo. (No hay que guardar en la memoria los errores de las personas cercanas).

ü  La amistad es una igualdad armoniosa. (Importancia de la reciprocidad en una verdadera amistad).

ü  Si sufres injusticias, consuélate porque la verdadera desgracia es cometerlas.